Vivencias Comercial Informático

La máquina da "erró"
Algunas veces se tienen que resolver problemas por teléfono, y es entonces cuando los informáticos pierden años de vida por los nervios que pasan.

Recuerdo una vez con una máquina que tenía instalada en Murcia. Era un almacén de aluminio y se le había presentado un pequeño problema fácilmente solucionable con una o dos instrucciones.

No recuerdo exactamente cuales eran pero sería muy parecida a esta.

copy pepe* to archivo/pepe*

Que en el lenguaje de entonces significaba “copia todos los documentos que empiecen por pepe en el directorio archivo”. Como se ve era algo muy, pero que muy, simple.

El muchacho introdujo la frase tal como se la dicté y de inmediato me dijo.

-Da “erró”.

Cuando te dicen eso es cuando la sangre empieza poco a poco a calentarse.

-Veamos Fulano -dije- repíteme, por favor, lo que tú has escrito.

-Te digo -contestó muy complaciente- “copy pepe asterisco to archivo barra pepe asterisco”. Pero da otra vez “erro”.

Un par de grados más de calentura.

-¡Pero si no puede ser Fulano! Mira, vamos a hacer una cosa, repítemelo palabra a palabra.

-Venga, te digo. La "copy" -con y griega, le digo- sí, "pepe", asterisco... y así fue desgranando todas las partes de la instrucción.

-Pues está bien, ¡No las pondrás en mayúscula?

-No, y da “erró”.

Nueva subida de temperatura y me veía ya tomando el camino de Murcia por una tontería como aquella.

-Vamos a hacer un último intento. Te voy a decir yo la frase letra a letra. Atiende bien. La c que está en la línea de abajo al lado de la x y la v. La o que está en la línea de letras arriba al lado de la i y la p. Y con cada letra el muchacho me iba diciendo “si, si, está bien”. Pero llegamos al asterisco (entonces estaba encima del cuatro). El asterisco, que está encima del cuatro y sale al pulsar la mayúscula y el cuatro.

-¡Ah! -exclamó- yo pongo una a una s una t una e una r..

En este punto, después de ver que el muchacho no entendía lo que era un asterisco y pensaba que era una instrucción, por poco me desmayo.

Pero por fin funcionó la copia.

El primer director que tuvimos en la sucursal fue un verdadero fenómeno. El súper comercial Sr Regó fue un hombre amable, educado y un comercial maravilloso. Las clases de ventas te enseñan mucho, no lo discuto, pero la personalidad de este hombre nos dió el temple y el "savoire faire" que no se puede enseñar. Es como el vino, no se puede hacer un buen vino con unas malas uvas, pero la calidad final la da la barrica y el tiempo.

Cuando lo destinaron otra vez a su Cataluña natal la sucursal de Valencia perdió un valor básico que ya le costó mucho recuperar.

Esto me lleva a una pequeña y desagradable anécdota cuando en el SIMO (Salón Internacional Material Oficina) de Madrid se vendió una máquina y como ya se estaba cerrando y apenas quedábamos nosotros, los contratos se firmarían al día siguiente en que ya los llevaríamos rellenos.

Al día siguiente a media mañana se presentó el cliente y nos dijo que ya había comprado otra máquina. ¿Cómo era posible?

Cuando le dijo el director de ventas nuestro que "no tenía palabra y que nos dijera el por qué de su cambio de actitud", nos dijo "es que las dos chicas con las que he pasado la noche y que trajeron el contrato de su competencia, estaban buenísimas".

Me reservo el nombre de la competencia.



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