Comerciales del
siglo pasado.

Informática

JaFo

Llegó un momento en que, aparte de la empresa que llevaba como directivo, monté otra empresa junto con algunos amigos. Ellos se dedicaban al papel pijama e imprenta en general y yo al software y organización de empresas en su parte administrativa y comercial. Por supuesto nunca se intervenía en la parte contable que, por otra parte, no me gustaba nada.

Esto hacía que mi trabajo empezara a las 8 de la mañana y no terminara hasta las 10 de la noche en algunas temporadas.

Una de las empresas me dijo que quería que me quedara únicamente con ellos pero les contesté que me lo pensaría.

Casualmente esa noche vino a hablar conmigo mi sobrino J.A.F. y me comentó que, aunque estaba en la empresa de su padre, el quería volar solo y emprender otros caminos que le gustaran más.

-No hay ningún problema -le dije- mañana tienes trabajo llevando la programación y organización de una empresa química.

Quedamos pues para el día siguiente y yo llamé al director y amigo de esta empresa para que pudiéramos verlo por la tarde.

A las 8 en punto entramos al despacho, presenté a mi sobrino y pasamos a hablar de lo que nos ocupaba.

-Mira Fulano -dije- ayer me comentaste que querías que estuviera aquí contigo a jornada completa. Actualmente eso me es imposible, pero te voy a ofrecer una solución mejor. Mi sobrino conoce de informática lo mismo que yo y estando asesorado por mi, en una semana puede estar tan al corriente de tu empresa como yo. Yo te lo garantizo y como verás haces una buena adquisición, más joven, más al día y con el asesoramiento de su tío 24 horas.

-No se hable más -nos contestó- ponle al día y a partir del lunes puede venir ya y le daremos de alta.

Nos despedimos y salimos los dos la mar de contentos.

Solo había un pequeño problema. ¡Mi sobrino no sabía ni lo que era un programa, y un ordenador porque lo había visto alguna vez!

Solución, muy sencilla. Unas cuantas clases para poner en marcha el ordenador y hasta que estuviera al corriente y hubiera aprendido vendría todas las noches a casa, con el trabajo del día, para que yo se lo corrigiera y el compilarlo al día siguiente.

Pero, ¿que trabajo iba a hacer durante el día si no tenía ni idea? Pues listados, listados sin sentido pero que la máquina estaba horas trabajando. Mientras esperaba tener el listado “imprescindible” se puso al día del trabajo de la industria, nombres del personal, etc...

Por la noche, en casa, repasábamos los programas que el había corregido durante el día según mis instrucciones y que, después de compilarlo había probado para ver si hacía la función que necesitábamos.

He de aclarar que el lenguaje que se utilizaba entonces era el “cobol” y para que la máquina lo entendiera había que “compilarlo”, esto es, pasarlo de unas palabras claves en inglés como "multiply precio by cantidad giving total" a instrucciones binarias que podía comprender la computadora.

La verdad es que a las pocas semanas mi sobrino sabía tanto o mas que yo y después, con el tiempo, él es el que me ha asesorado en muchas cosas.