Versos y prosa

Sobrina.

Cógela en brazos, hermano
súbela en brazos que Ia vea,
¡0h que guapa! ¡Qué mayor!
¡Si casi llega a Ia reja!
¿No te acuerdas de tu tío?
bibelot de nata y fresa
¡Qué tristeza verte así
tan de lejos y tan cerca!

Un año llevo sin verte
cribando surcos de ausencia
un año sin ir contigo
a triscar por la floresta
y los prados siempre verdes
de Ia gandiense huerta.

¿Te acuerdas cuando decías
con tu infantil media lengua?
“Tito” yo “quero” ir aI cine
“Tito” “quero” una muñeca
yo gozaba marchando
muy orgulloso a tu vera
igual que si paseara
del brazo de una princesa.

Recuerdo que... ya verás;
me da un poco de vergüenza
mencionar Ia nimiedad
de tan inocente escena,
pero ahora necesito
saturarme de tu esencia
de aquel lapso encantador
de mi azarosa existencia.

Tras mi rodar incesante
me atasqué en la ruda senda
y en tu hogar tuve el hogar
con que el hombre errante sueña.

Llegué una noche , lo mismo
que un vagabundo, a tu puerta
y aquel beso que me diste
fue un desgarrón de tinieblas.

Llevaba en el corazón
un bagaje de tristeza
y en mi cuerpo fatigado
las huellas de Ia miseria.

Yo no tenía trabajo
tus padres los míos eran
y me brindaron su techo
y un asiento en vuestra mesa.

A la mañana siguiente
una mañana de feria
fuimos los dos de paseo
yo llevaba unas monedas
que tu padre me obligó
a tomar casi a la fuerza
para comprarme tabaco,
que ya casi una semana entera
llevaba ya sin fumar
y era en mi una dura prueba.

Llevaba poco, muy poco,
solamente dos pesetas
sin embargo para mí
era una fortuna inmensa.

De todas partes fluían
tentaciones maquiavélicas
para tu almita asombrada
de diversiones sedienta.

Todo era para ti
de amargura, de impotencia
“Tito” Manolo es muy malo
no me compra cosas buenas
quizás pensarías tú
en tu infantil inocencia.

¡Ay que pena no ser rico
y comprar a manos llenas
cuanto se hallara a tu paso
en la endiablada feria!.

De pronto tú te quedaste
mirando fija una cesta
que exibía un vendedor;
UNA CESTA DE MUÑECAS.

El chalán al percatarse
de tu atención, acrecienta
el vigor de su pregón
con palabras zalameras.

¡Mira pequeña qué maja
no hay otra en toda la feria!
parece de carne y hueso
y las vendo a dos pesetas.

¡Ay Dios!, ¡y qué compromiso!
tú mirando a Ia muñeca
y yo mirando aI estanco
cual si no me diese cuenta.

Intenté un leve ademán
de marchar pero tú eras
toda ojos contemplando
aI vendedor y a su cesta.

Haciendo un último esfuerzo
te dije así, a la ligera,
Anitín ¿tu no querrás
una muñeca tan fea...?.

Entonces tú contestaste
con tu graciosa inocencia
“Si Ia quero” que “Pilin”
“tene” una igualita que esa.

Y un agobio de ternura
mi egoísmo echó por tierra,
hice acopio de valor,
lié un cigarro de hierbas
y le dije al vendedor
“Deme usted esa muñeca”
y con gesto displicente
entregué mis dos pesetas.

Luego en casa, a la mamá,
le dimos una sorpresa,
¡Ves qué suerte! en una rifa
me tocó por cuatro perras.

Mándame un beso Anitín
que agujeree esta reja
más no toques esos hierros
que empañarán tu pureza.

¿Cuándo iremos a comprar
cigarrillos y muñecas
como dos niños pequeños
en una tarde de feria?.

¡Ay no poder abrazarte
bibelot de nata y fresa!
qué tristeza verte así
de tan lejos y tan cerca.

San Miguel de los reyes 12-6-1940

  1. San Miguel de los reyes.
  2. Acacias de la cárcel.
  3. Para Pepita.
  4. La verdad.
  5. Rubia.
  6. Tu sonrisa
  7. La caravana.
  8. Marcela.
  9. A mi mujer.
  10. Un duro al año.
  11. Hijita que dicta estrofas.
  12. Una noche.
  13. Sobrina.
  14. Pensamiento.
  15. Marcela II.
  16. Armatoste.
  17. Mujer pública.

    1. Nefer ¿cómo distingues a un mal profesor de uno bueno?

      -Un buen profesor te enseña y fomenta tu interés por conocer más.

      El mal profesor añade lo que tú has de opinar y creer.