Quien te pudiera ver
mi mujercita adorada
fuera de estos barrotes
Que nos quitan hasta el alma.
Aunque lejos de mi te hallas
mi pensamiento te alcanza
y desde este penal siento
que tienes fe y esperanza
Algún día salir lograré
y musitaré a tu oído
Cuánto es lo que te amaba
lo que por ti yo sufrí
y que siempre te adoraba.
Tuviste una niña
la mar de regalada
Y desde dentro de los hierros
yo la contemplaba.
pensando en la libertad.
que otros nos robaban.