Versos y prosa

Acacias de la cárcel

¡Encendedme a mí también,
farolas de primavera
y campanitas de lirios
y relicarios de estrellas
que por mis pulsos cabalga
sangre joven, ancha y nueva
y me reclama la vida
desde el fondo de mis venas!.

Casi alcanzo,
con la punta de mis dedos,
vuestras verdes hojas tiernas.

Acacias, anchas acacias
de mi ventana con rejas
¡Cómo me duele este verde
de vuestras hojitas nuevas!.

Ya se sabe que el que quiere comenzar la guerra necesita razones que la justifiquen, aunque muchas veces, haya que provocarlas, y la historia nos muestra una infinidad de estos casos... y en otros se lo sirven en bandeja.
  1. San Miguel de los reyes.
  2. Acacias de la cárcel.
  3. Para Pepita.
  4. La verdad.
  5. Rubia.
  6. Tu sonrisa
  7. La caravana.
  8. Marcela.
  9. A mi mujer.
  10. Un duro al año.
  11. Hijita que dicta estrofas.
  12. Una noche.
  13. Sobrina.
  14. Pensamiento.
  15. Marcela II.
  16. Armatoste.
  17. Mujer pública.