Se le conocía por la calle Jesús por ir, en aquellos tiempos sin casi circulación, leyendo mientras caminaba.
Ebanista y después policía al final de la república y durante la guerra.
A pesar de sus ideas, al ser un hombre muy culto y muy bueno, no entendía las barbaridades que se cometían destrozando Iglesias (arte) y metiendo en ellas ganado de borregos y cerdos con la única finalidad de ofender.
Durante la guerra odió las “checas” y junto con algunos camaradas salvaron a muchas personas del paredón o todavía peor, de caer en manos de gente como “Zapatones” y del “coche de la calavera”.
Después de la guerra pasó largas temporadas en la cárcel porque recibíamos en casa a “maquis” y por las noches iban a sacar a presos de la cárcel con unas cuerdas.
Desde la prisión se conservan algunos versos que están editados.
Si de algo se le puede acusar es de dedicar más tiempo a la política que a la familia y por este motivo decidió emigrar, junto con unos amigos, a Francia. Para poder pasar la frontera por los montes, pasaron unos “maquis” para llevarlos y por el camino, en el año 1950, fueron ametrallados al darles el alto la guardia civil y salir corriendo. Supongo que mucha gente como él se avergonzaría de la clase política actual.
Solo destacar una frase que dijo a su mujer antes de irse: "Fina, que equivocado he estado, el español necesita un guardia civil detrás de cada uno para no destruirse entre ellos". Lo entiendo muy bien papá Francisco Oltra Paricio.
Estoy bloqueado. Veo la enorme incultura y las reacciones tan extrañas de la gente joven, y no tan joven, y no lo puedo entender. Es como degeneración de una civilización moribunda. Ya se que no todos son así, ni mucho menos, y estos pocos serán los que, en un futuro, comenzarán un nuevo renacimiento y, si los dejan, volverán a crear una humanidad de personas fuertes, cultas e inteligentes.
Yo lo veo en cosas tan simples como estas.
Hoy cine cómico: Yo siempre he entendido este cine como una crítica constructiva y que, con gracia, mostraba las tonterías, y no tan tonterías que podemos hacer a lo largo de nuestra vida. Eran los detalles, aunque fuera de manera chusca, lo que nos hacía reír, algo tan simple como poner un personaje azúcar en el café y cuando lleva 10 cucharadas lo prueba, lógicamente todos esperamos que se de cuenta de la gran cantidad, que beba y lo tire, pero no, hace una mueca extraña y dice: ¡Uff!, le falta azúcar. Hará más o menos gracia en unas personas o en otras y también dependerá del estado de ánimo de la persona, pero a lo mejor, no se refería a el azúcar de su café, cada uno que piense lo que quiera.
Lamentablemente en este momento y en este país, no sabemos hacer series como "Big bang theory" o similares, lo único que a una gran parte de la población hace gracia son actores corriendo, chillando, haciendo caras extrañas, cayéndose o con la consabida tarta de nata en la cara. Cosas fáciles para mentes que se quedaron en los 8 años de edad.